El tubo digestivo procede embriológicamente del endodermo, al igual que el aparato respiratorio.
Histológicamente está formado por tres capas concéntricas que son:
- Capa interna o mucosa.
- Capa media o celular.
- Capa externa o muscular, que a su vez contiene fibras circulares y longitudinales.
Por debajo del diafragma, existe una cuarta capa llamada serosa, formada por el peritoneo.
El tubo digestivo está formado topográficamente por siete partes:
- Boca.
- Faringe.
- Esófago.
- Estómago.
- Intestino delgado.
- Intestino grueso.
- Ano.
El tubo digestivo a lo largo de él posee cuatro capas. Estas son, desde adentro hacia afuera las siguientes:
a.) Mucosa: Capa más interna formada por tejido epitelial y tejido conectivo. Cubre la luz del tubo digestivo, es decir, el espacio interno del mismo. En el estómago e intestino la mucosa está muy plegada para aumentar la superficie secretora y absorbente.
b.) Submucosa: Corresponde a la capa de tejido conectivo, rico en vasos sanguíneos y linfáticos, se encuentra enriquecido con abundantes fibras nerviosas.
c.) Capa Muscular: Se encuentra formada por dos subcapas de músculo liso: una interna y una externa. En la capa interna se encuentran fibras musculares dispuestas en sentido circular. En la capa externa se encuentran fibras dispuestas en sentido longitudinal. La contracción coordinada de estos músculos produce unos movimientos de segmentación que mezclan el alimento y otros ondulatorios llamados movimientos peristálticos, que empujan el alimento a lo largo del tubo digestivo. En varias zonas del tubo digestivo, se engruesa formando un músculo llamado esfínter. Los esfínteres, al contraerse o relajarse, funcionas como válvulas y regulan el movimiento del alimento desde una zona a otra en el tubo digestivo.
d.) Serosa o Adventicia: Cubierta más externa de tejido conjuntivo y bajo el diafragma está revestida por una delgada capa de tejido epitelial llamada peritoneo.